Lleva el deporte en la sangre como una herencia que le viene de su tatarabuelo italiano. Pero si bien el mar es el ambiente natural que lo define como velerista y amante de las olas, también hay momentos en los que se evade y busca la tranquilidad con el skate o el surf skate, quizás recordando momentos entrañables de su niñez junto a sus amigos. A diferencia de la vela, cuando los practica vuelve a ser un niño y lo hace sin la presión de quien pretende la perfección, todo lo contrario, pues sus maniobras son bastan- te básicas y solo busca algo que le transmita la dinámica del mar fuera de él. Entonces, acude a otro pasatiempo que si lo exige y lo pone a prueba. Sentado en una bicicleta de spinning, hace ejercicio mientras juega al mismo tiempo una partida de ajedrez y así simula una situación de presión que le ayuda a tomar decisiones rápidas cuando se enfrenta a la mar embravecida.
«El skate no es mi pasatiempo favorito, pero de niño lo practicaba mucho con mis amigos»
«Hay gente muy talentosa, pero que no trabaja mucho y no llega a un gran nivel, y gente menos talentosa que con esfuerzo si lo consigue. El trabajo en esta categoría es la clave», señala Stefano.
Un reto mayor le aguarda en las Olimpiadas de Paris 2024, cuando busque una medalla olímpica antes de su retiro.
Tiene 28 años, trabaja duro en esta disciplina desde los 7 y compite por el PeQrú desde los 9. De las clases en el Yatch Club de Ancón pasó al fulgor de las competencias internacionales junto a exigentes rivales asiáticos que lo prepararon para el momento de optar por el profesionalismo. Una beca deportiva en la Universidad de Charleston, EEUU, fue la llave para dar ese siguiente paso y ganar torneos nacionales allá, ser campeón sudamericano y llevarse el Oro en los últimos Panamericanos de Chile. Sin embargo, un reto mayor le aguarda cuando asista a las Olimpiadas de Paris 2024 y busque en ese tercer Intento una medalla olímpica antes de pensar en el retiro y dedicarse a tiempo completo a su carrera de finanzas.
«Cuando hago surf skate, tengo la sensación de que estoy bombeando olas».
